El poema nace en ti
por innumerables silencios compartidos,
por la vertiginosa estrechez
de cada sueño roto.
El poema nace en ti, y luego me habita
en un régimen de ausencias,
como huella en nieve derretida.
Con un calor de atrás
el humo de la estancia sonríe,
presencia de vapor, hoja de otoño,
cruje el sol de esta inflamada ruina:
palabras que se tambalean
en la cuerda floja de una realidad sin hora.
A menudo tus ciudades olvidan
la casa donde reposa el poema.
19 septiembre, 2011
09 septiembre, 2011
Noche, remota calma,
lira que ronronea en paz.
Cometí demasiado pronto mis errores,
se tensó el arco de aquella voz sincera
y tuve que destrozar todos los sueños
antes de volver a empezar.
Hay una flecha que brilla disparada,
perenne luz contra la niebla del tiempo.
Ya no tiembla esta luz,
en algún corazón yace tu sombra
tallada eternamente
sobre la piedra del poema.
06 septiembre, 2011
Al borde del lenguaje
Sentado al borde del lenguaje
un helicóptero atraviesa el cielo,
el verano ha muerto para siempre,
labios mudos sobre botellas vacías.
Temprano se me disparó tu marcha,
amuletos ocre desbordan la existencia,
frases raíz, relatos fuego.
El tiempo engulló la llave
de aquel cajón secreto,
el tiempo engulló tu rostro y mi cordura,
más tarde el tiempo se tragó toda la casa.
Palabras que enumeran cosas muertas,
papel y tinta con desconocido paradero,
mujeres que al alzar sus ojos
no supieron dibujar el mapa de aquel sueño.
Queda silencio desbordado
y un hambre de respuestas
sumergidas en el lago del tiempo,
páginas en blanco que también te pertenecen.
Estéril es la sangre azul de nuestros días
postrada sin remedio al borde del lenguaje.
un helicóptero atraviesa el cielo,
el verano ha muerto para siempre,
labios mudos sobre botellas vacías.
Temprano se me disparó tu marcha,
amuletos ocre desbordan la existencia,
frases raíz, relatos fuego.
El tiempo engulló la llave
de aquel cajón secreto,
el tiempo engulló tu rostro y mi cordura,
más tarde el tiempo se tragó toda la casa.
Palabras que enumeran cosas muertas,
papel y tinta con desconocido paradero,
mujeres que al alzar sus ojos
no supieron dibujar el mapa de aquel sueño.
Queda silencio desbordado
y un hambre de respuestas
sumergidas en el lago del tiempo,
páginas en blanco que también te pertenecen.
Estéril es la sangre azul de nuestros días
postrada sin remedio al borde del lenguaje.
05 septiembre, 2011
En la barra de un bar leo a Derrida,
deconstruyo el beso que no pude darte:
sabe a cerveza la gilipollez postmodernista.
Volveré a sentirme extraño
entre ratas de biblioteca
y gafas apretadas,
me mirarán justo al contrario
que esta camarera marroquí -libra los Lunes -
despampanante y recatada.
Subrayarán el aliento de la calle
en cada frase de mi primer ensayo,
y escupiré las gracias a la noche
de todo corazón.
04 septiembre, 2011
Libre de toda oscuridad el tiempo
en su diáfana estructura
construye puentes, derriba nombres,
se acicala frente a un espejo roto.
Ecos del viejo mendigo de Cumberland,
poderosa raíz de Jena,
la claridad del rayo te condena
a una vieja canción que no retorna,
raído círculo de rostros pasajeros.
Tercas en la entonación de melodías
entre furioso caos civilizado
las aves de Orfeo susurran ceniza,
sombras que brillan al amanecer,
lucecitas desdeñadas por la noche eterna,
lumbre de solar.
Si se afirmara en este pulso
aquel silencio pálido de negra mirada...
mientras tanto palabras
se originan en su propio adiós:
calla en la escucha del espejo.
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